BRASIL.- Una mujer sumida en la adicción al alcohol, entregó su vida a Cristo
después
que su hijo de 9 años le compartió el Evangelio. Hoy, la mujer libre del
alcoholismo,
comparte su testimonio del poder de Dios con otras personas que enfrentan
la misma situación.
Alana, de 28 años de edad, vive en Carnaíba, un municipio situado en la
microregión
de Pajeú. Ella tenía una vida totalmente contraria a los principios cristianos.
Bebía a menudo y era muy conocido en los bares de la región.
Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando su hijo Ariel, de 9 años de edad,
comenzó asistir a un grupo de estudio bíblico con dos de sus amigos.
Fue entonces cuando se propuso hablar de Jesús con su madre.
Para su sorpresa y la gente a su alrededor, Alana fue tocada por el mensaje del
Evangelio y se alegró por la actitud de su hijo. Fue a través de estas
conversaciones que el pequeño Ariel pasó a discipular a su madre.
Un día, accedió a recibir la visita de unosevangelistas.
Por medio de estos estudios bíblicos, el corazón de Alana fue quebrantado
por el Evangelio ydecidió entregar su vida a Cristo. "Antes yo creía que mi
alegría estaba en el bar, pero he descubierto que la verdadera felicidad
es caminar con Jesús", dijo.
Alana fue bautizada por el pastor de una iglesia. Ahora, ella se dedica a
compartir su testimonio y compartir el Evangelio a otras personas.
AcontecerCristiano.Net
después
que su hijo de 9 años le compartió el Evangelio. Hoy, la mujer libre del
alcoholismo,
comparte su testimonio del poder de Dios con otras personas que enfrentan
la misma situación.
Alana, de 28 años de edad, vive en Carnaíba, un municipio situado en la
microregión
de Pajeú. Ella tenía una vida totalmente contraria a los principios cristianos.
Bebía a menudo y era muy conocido en los bares de la región.
Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando su hijo Ariel, de 9 años de edad,
comenzó asistir a un grupo de estudio bíblico con dos de sus amigos.
Fue entonces cuando se propuso hablar de Jesús con su madre.
Para su sorpresa y la gente a su alrededor, Alana fue tocada por el mensaje del
Evangelio y se alegró por la actitud de su hijo. Fue a través de estas
conversaciones que el pequeño Ariel pasó a discipular a su madre.
Un día, accedió a recibir la visita de unosevangelistas.
Por medio de estos estudios bíblicos, el corazón de Alana fue quebrantado
por el Evangelio ydecidió entregar su vida a Cristo. "Antes yo creía que mi
alegría estaba en el bar, pero he descubierto que la verdadera felicidad
es caminar con Jesús", dijo.
Alana fue bautizada por el pastor de una iglesia. Ahora, ella se dedica a
compartir su testimonio y compartir el Evangelio a otras personas.
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